LA INTERNACIONALIZACIÓN CON INTELIGENCIA
Profesor Jesús De Miguel

INTRODUCCIÓN

En el día de ayer tuvimos ocasión de participar en una nueva presentación de nuestra Guía sobre Seguridad e Inteligencia Estratégica para Pymes, en esta ocasión en un evento organizado por el ISEN de Cartagena, Centro Universitario dependiente de la Universidad de Murcia, el cual fue presidido y moderado por el propio Rector Magnífico de esa Universidad. El acto contó con la presencia de los presidentes del Consejo General de Economistas de España y de la Cámarade Comercio de España, quienes tomaron la palabra para señalar la importancia que tiene un documento como este en apoyo a las Pymes, que constituyen uno de los principales soportes de la economía. Participaron también los presidentes de las Cámaras de Comercio de Murcia, Cartagena y Lorca, además de otras personas vinculadas al mundo universitario y al mundo empresarial. Quien escribe este artículo, como socio de TWCI, tuvo el honor de presentar el contenido de la Guía de la que es uno de los autores.

Eventos como éste no hacen sino poner de manifiesto la importancia que día a día va adquiriendo el apoyo a las empresas en sus procesos de internacionalización, y en ello cobra una particular importancia el poder contar con una apropiada inteligencia. Antes de continuar avanzando conviene hacer una breve incursión en el concepto de internacionalización, que va más allá de los tradicionales procesos de exportación, cuyo objetivo es fundamentalmente poner un producto en el mercado exterior, mientras que aquella podría entenderse con un mayor alcance
como más adelante veremos. La exportación podría ser considerada como el primer estadio de la internacionalización, la cual culminaría con implantación, es decir contar con establecimientos propios para llevar a cabo su actividad en otros países. Pero cuando hablamos de implantación no nos limitamos a una simple “representación comercial”, sino al desarrollo de su actividad empresarial fuera del territorio nacional propio.

Como primer paso antes de iniciar este proceso de internacionalización la empresa debe ser capaz de responder al por qué y para qué se va a dar ese paso. Para dar una respuesta acertada a estas dos cuestiones se precisa disponer de un amplio conocimiento del contexto, del entorno social, económico y geográfico en el que la empresa pretende implantarse, conociendo y asumiendo las diferencias culturales a las que nos vamos a enfrentar, que son en ocasiones de gran calado.

Deberemos asimismo conocer los trámites legales que conforman la normativa del país, organismos públicos relacionados con la actividad empresarial, empresas españolas que están operando en el país, principales competidores, entre otros muchos aspectos.

CÓMO PUEDE TWCI APOYAR A LAS EMPRESAS EN SUS PROCESOS DE
INTERNACIONALIZACIÓN.

La internacionalización es en sí misma un proceso complejo e incierto, el cual, para que aporte un valor añadido a la organización y ésta cuente siempre con la necesaria ventaja estratégica, las empresas que lo acometen deberían apoyarse en herramientas de seguridad e inteligencia (estratégica). La mayoría de los aspectos que conforman estos dos campos son ajenos en gran parte de las organizaciones al conocimiento de su staff directivo, por cuanto requieren de una importante especialización.
Conscientes de esta creciente necesidad del mundo empresarial, y en particular de las Pymes, TWCI, como sustento de su visión estratégica, desarrolló el embrión de la Guía sobre Seguridad e Inteligencia Estratégica para Pymes (GSIEP). En ella se establece como una de las premisas de partida el hecho de que cuanto más incierta es una situación o contexto más necesario es para cualquier organización contar con una inteligencia oportuna y precisa.

Las empresas de cualquier tamaño y dimensión, especialmente aquellas que están empezando un proceso de internacionalización o se encuentran ya internacionalizadas, precisan de un conocimiento lo más detallado posible del entorno en el que se desarrolla su negocio. Se habla de necesidad de tener una superioridad informativa, pero este término, sin más, no refleja la amplitud del concepto de inteligencia. (GSIEP, pág. 9)

Resulta una obviedad mencionar una vez más el carácter global de la economía en nuestros días, y para ser competitivo en este contexto debemos aprender a pensar y actuar de manera innovadora y colaborativa. Este se puede decir que es el principio clave de una inteligencia colaborativa, la cual constituye el modelo de negocio de TWCI, cuya columna vertebral es la propia GSIEP, cuyos criterios más relevantes paso a enumerar:

1. El primero de ellos tiene que ver con la idea fundamental que versa sobre la necesidad que hoy en día tienen las empresas en general, pero de una manera muy especial aquellas que están inmersas en procesos de internacionalización de contar con el soporte de los productos y servicios de  Seguridad e Inteligencia. Por una parte, este tipo de servicios requiere  personal y medios con un alto grado de especialización y una importante red  global de colaboradores, algo que muy pocas empresas pueden conformar  por sí mismas; incluso las grandes corporaciones obtienen en muchos casos  una mayor rentabilidad externalizando este tipo de servicios, o al menos algunos de ellos. Por otro lado, el mercado de la inteligencia y la seguridad en el ámbito empresarial ha estado dominado tradicionalmente por las empresas anglosajonas, las cuales han sabido combinar adecuadamente lo público y lo privado, en el entendimiento de que el éxito de las empresas nacionales no hace sino fortalecer la estabilidad y desarrollo de sus respectivos Estados.

Es necesario romper la brecha entre lo estatal y lo empresarial, entre lo público y lo privado, para buscar la complementariedad, única manera de  competir con éxito en el complejo escenario internacional.

2. El segundo criterio se refiere al complejo entorno geoestratégico, en el que desarrollan su actividad las empresas y corporaciones, caracterizado, entre otros factores, por un creciente nivel de incertidumbre, haciendo más importante, si cabe, dotarse de unas adecuadas herramientas de inteligencia para entenderlo en toda su amplitud y complejidad y para gestionar eficazmente la incertidumbre que genera.

Un contexto que podríamos definir como el del paradigma de la complejidad, atendiendo a los diferentes actores, a la propia sociedad, o a la necesidad de abordarlo desde un enfoque holístico. En síntesis, este entorno geopolítico se encuentra caracterizado fundamentalmente primero, por una falta de liderazgo global, se podría decir que estamos inmersos en un sistema
internacional “unimultipolar” (Huntington) y además descentrado con una  creciente importancia de lo regional frente a lo global; segundo, por la variable situación económica, afectada simultáneamente tanto por la deslocalización de los mercados como por el proteccionismo, unido todo ello a la grave crisis existente a nivel mundial, aunque con diferente impacto en los distintos países; tercero, por la globalización digital, causa y efecto de que las empresas se encuentren inmersas en continuos procesos de cambio; y en  cuarto lugar, aunque no menos importante que las anteriores, por la profunda transformación de nuestras sociedades, y de una manera muy particular por el impacto social que en ellas tiene el miedo, se trate a una situación de peligro, como es el caso de la pandemia de la COVID-19, como a la incertidumbre asociada al cambio.

3. El tercer atributo sobre el que quiero poner el énfasis estriba en el enfoque  con el que abordamos la seguridad. Para comenzar mencionar que lejos de  considerar la seguridad como un estado a alcanzar, centrándonos únicamente en el objeto a proteger (activos, personas, marca, reputación, etc.), la entendemos también como una situación, lo que nos permite analizar en profundidad los desafíos a los que se enfrentan las empresas en sus procesos de internacionalización (identificar oportunidades y amenazas); pero además, la concebimos también como acción a emprender, para determinar con ello las estrategias a aplicar y los medios a emplear (plan de negocio, planes de contingencia); como una cuarta dimensión de la seguridad, la percibimos como una función, para con ella fijar las responsabilidades del que es un proceso transversal y que por ende afecta a toda la organización, la misma seguridad.

Como síntesis se podría decir que en la Guía se aborda la seguridad desde  una dimensión ampliada, acorde a su complejidad en nuestros días, lo que  hemos denominado la seguridad de 360º para significar su verdadera dimensión: multidimensional, por los campos que aplica, global, atendiendo a su particularidad de tener que responder a riesgos globales; holística, al requerir una gran variedad de respuestas; e integral, al considerar que afecta a la organización como un todo. No se debe pasar por alto que en este concepto ampliado de la seguridad (cuando está referida al ámbito nacional), las empresas juegan un papel fundamental en el desarrollo del Estado, contribuyendo a alcanzar los intereses nacionales.

4. El cuarto concepto que se aborda es el de la Inteligencia, entendida como una actividad o función básica en los procesos de toma de decisiones, que orientan la actividad y en su caso el cambio de toda organización empresarial. Todo cambio está en ocasiones forzado y siempre condicionado por el contexto en el que se mueve la organización. Quiere decir que además de conocer nuestras propias fortalezas y debilidades, se precisa conocer las oportunidades y amenazas que conforman el entorno en el que desarrollamos nuestra actividad empresarial. La inteligencia es pues la herramienta capital que nos va a facilitar la información precisa sobre los procesos internos, así como del contexto externo, permitiendo con ello alcanzar una posición de ventaja en la toma de decisiones.

Se puede afirmar que cuanto mayor es la percepción de riesgos, más elevado es el grado de incertidumbre y que cuando no se dispone de certeza existe una mayor necesidad de cambio. En consecuencia, siendo la inteligencia la herramienta fundamental para reducir el impacto de los riesgos, es a su vez un eficaz instrumento en la identificación y análisis de los factores del cambio, lo que la convierte en una disciplina esencial en la dirección estratégica de una organización.

Por lo anterior, consideramos la inteligencia como una actividad en alza,  porque las empresas necesitan de esta función más que nunca. La parte positiva de esta necesidad es que hoy en día esta función se ve facilitada por el desarrollo de las nuevas tecnologías. Éstas facilitan la interconexión y la cooperación, lo que da sustento al concepto de inteligencia colaborativa, la cual permite  alcanzar grandes objetivos con unos medios más reducidos y un gasto asumible por la mayoría de las organizaciones empresariales.

Es importante crear un mercado nacional de inteligencia adaptado a las particularidades de nuestras empresas, alejándonos de soluciones  generalistas, ofreciendo productos “ad hoc” que orienten y rentabilicen el  esfuerzo de las Pymes, siendo precisamente este uno de los objetivos  fundamentales al que quiere contribuir TWCI.

 5. El quinto código tiene que ver precisamente con la aplicación de la inteligencia al mundo empresarial. La Inteligencia genera conocimiento especializado y es el resultado de un proceso sistemático y normalizado que transforma la información disponible, obtenida por medios y recursos dispares. La utilidad de la inteligencia a la actividad de las empresas se manifiesta en dos campos principalmente:

• El primero de ellos es el relacionado con la necesidad de asegurar la continuidad del negocio y el valor reputacional, desarrollando para ello el análisis de inteligencia centrado en el objetivo y sustentado en los tres niveles clásicos: el estratégico, íntimamente vinculado con el análisis estratégico, que nos permita tener una ventaja competitiva; el operacional, centrado fundamentalmente en el lanzamiento y comercialización de un determinado proyecto o servicio; y el táctico, para tener un conocimiento lo más amplio posible del desarrollo de negocio y la seguridad del personal y los activos de la empresa. En la imagen se resumen algunas de las razones por las que se recomienda que las empresas cuenten con la función de inteligencia. La inteligencia es en sí misma proactiva y reconoce que la ausencia de acontecimientos dramáticos no asegura la ausencia de amenazas competitivas, por lo que se debe volcar el esfuerzo en la detección de señales de alerta y en la prevención de riesgos.

• El segundo de los campos a los que se orienta la inteligencia en el mundo empresarial es a garantizar y reforzar la competitividad de la organización, a través del análisis estratégico, para determinar los objetivos a alcanzar e identificar nuestros principales competidores y colaboradores. Este planeamiento debe estar fundamentado en la información, que será de nulo valor si no está contextualizada y analizada convenientemente, es decir transformada en inteligencia.

 

6. El sexto concepto que se aborda en la Guía Estratégica es el de la Inteligencia Colaborativa, la cual es el resultado de la interacción de muchos individuos que se interrelacionan entre sí en el contexto de la cultura digital. Es decir, se trata de compartir el conocimiento -cuanto más compartamos más tendremosmáxime en un mundo de extraordinaria complejidad en el que es imposible abarcar de forma directa todos los ámbitos de la inteligencia. Además, este intercambio de conocimiento se realiza de manera proactiva amparado en el entorno de las tecnologías sociales.

En las empresas, hoy más que nunca, que vivimos en un mundo global y digital donde las tecnologías de la información avanzan a pasos agigantados, empieza a ser necesario potenciar la inteligencia colaborativa para conseguir compañías inteligentes, capaces de adaptarse a cualquier cambio y necesidad.

“Buscamos la integración de agencias y profesionales con diferentes capacidades y hacemos posible una red social de colaboración más amplia y efectiva” (Pedro Cid Sánchez Vizcaino, CEO TWCI)
Como corolario a estos seis criterios se proponen las soluciones que se pueden ofrecer a las diferentes empresas, las cuales tienen lugar en cuatro áreas principales, que conforman los servicios que ofrece TWCI (https://twoworldsci.com/servicios/): Inteligencia, en lo que se refiere al análisis de riesgos, informes corporativos o estudios de competitividad; Seguridad, que comprenden informes de auditoría, el apoyo en la gestión de riesgos y el diseño de planes y procedimientos; Investigación corporativa, especialmente en asuntos de “Due Diligence”; y Formación, orientada tanto al personal que desarrolla o pueda desarrollar este tipos de labores específicas, como a crear en la organización una efectiva cultura de seguridad e inteligencia.

En el marco de los cuatros servicios referidos, TWCI ha desarrollado varios productos específicos, entre los cuales se destacan, por su aplicación a los procesos de internacionalización, los siguientes:

• Asistencia en viajes. Está diseñado para proporcionar asistencia en
materia sanitaria y de seguridad tanto a los expatriados, como a aquellos directivos u otro personal de la empresa en sus desplazamientos. La asistencia cuenta con un servicio de geolocalización 24/7 y de generación de alertas. Se complementa con un informe básico riesgo-país que puede ser ampliado en función de las necesidades e intereses del cliente. En este producto colaboran, además de TWCI, como responsable del área de seguridad, las empresas españolas Medical Claims International y Geobox

• Comprehensive Response. Diseñado para proporcionar al consumidor una respuesta integral en los campos de la competitividad, la seguridad y la ciberseguridad. En él participan Anthelex International, TWCI y The Security Sentinel, respectivamente, todas ellas empresas españolas especializadas en diferentes ámbitos de la inteligencia y seguridad. Como en todos los productos ofertados, no se trata de una oferta generalista, sino que se adapta a las necesidades e intereses del cliente.

• Risk Rating by TWCI. Constituye la base para nuestros procesos de análisis de riesgo. Se trata de un estudio inicial sobre 170 países en los que se han considerado tres parámetros, estabilidad del Estado, situación social y sanitaria, y situación de seguridad. Para cada uno de ellos se han contemplado entre 5 y 6 indicadores debidamente parametrizados, lo que permite una primera aproximación para construir un informe de riesgopaís.

• Sistema de Vigilancia e Inteligencia (V&I). Se trata en este caso de un
producto innovador de inteligencia preventiva y de amplia aplicación en el ámbito empresarial. Es fácil encontrar su utilidad para preservar el valor reputacional, pero puede ser aplicado en otros campos de la actividad empresarial como la competitividad, apoyando la búsqueda de nuevos mercados y oportunidades de negocio; o la propia seguridad, facilitando la identificación de riesgos y la definición del entorno estratégico. Se apoya en un seguimiento exhaustivo de las RRSS, sustentado por un software de búsqueda, que permite consolidar un sistema de alertas que, debidamente explotado, permite ofrecer productos de inteligencia a nuestros clientes.

A MODO DE CONCLUSIÓN

Como conclusión a este artículo quisiera llamar la atención precisamente sobre su título “La Internacionalización con Inteligencia” pues lo que podría parecer un simple juego de palabras, no hace sino poner el énfasis en la necesidad para las empresas de contar con la Inteligencia para acometer un proceso tan trascendental como es la apertura de la actividad empresarial a nuevos mercados en el exterior, ya hablemos de los procesos menos complejos como las operaciones de exportación, hasta la implantación de la actividad de la
empresa en el exterior.

Es importante insistir en una de las ideas capitales de este artículo, cual es el hecho de que la incontestable necesidad de contar con la inteligencia para la correcta toma de decisiones requiere que ésta sea vista por las empresas como una inversión, la cual aportará beneficios que de otra forma sería muy difícil conseguir. El contar con empresas nacionales especializadas en esta función permite ofrecer a las empresas soluciones individualizadas, culturalmente coherentes y siempre adaptadas a sus necesidades y posibilidades.

TWCI se adapta al cliente y no es el cliente quien se tiene que adaptar. Se podría afirmar que ofrecemos proyectos adaptados “llave en mano”, diseñados por expertos de contrastada experiencia.

Two Worlds Collaborative Intelligence, como reza su nombre, es una de las pocas empresas españolas que desarrollan su actividad en este campo de la inteligencia, y que surge como consecuencia de la creciente dificultad de la especialización en los diferentes ámbitos de la inteligencia en un entorno cada vez más complejo e incierto.

“Hoy más que nunca, al vivir en un mundo global y digital donde las
tecnologías de la información avanzan a pasos agigantados, empieza a
ser necesario potenciar la inteligencia colaborativa para conseguir
compañías inteligentes, capaces de adaptarse a cualquier cambio y
necesidad” (GSIEP, pág.45)