– NUEVO ESCENARIO EN LA INTERNACIONALIZACIÓN DE EMPRESAS –
Estamos saliendo de la contingencia sanitaria y, en consecuencia, se abre la interrumpida actividad empresarial, la cual se va a producir en un escenario económico sumamente complicado tanto a nivel nacional como con la reanudación de la internacionalización de empresas. A lo anterior se añade el complejo entorno geoestratégico que surge tras la pandemia y que podríamos resumir brevemente en tres indicadores fundamentales: la falta de liderazgo a nivel mundial, los cambios en la agenda económica mundial y la globalización digital.
1. Falta de liderazgo a nivel mundial.
Se podría afirmar que la poderosa América de finales del pasado siglo desapareció, Estados Unidos sigue siendo el principal poder geopolítico, pero ya no lo es tanto en la agenda económica y mucho menos si hablamos de su influencia cultural. Por otra parte, la seña de identidad de las políticas de Trump –“America first”- está impulsando el proteccionismo y alterando la deslocalización de los mercados, que ha sido una de las características de la economía globalizada.
China no descarta asumir ese papel, de hecho, aspira a ejercer un liderazgo global, como lo demuestra la expansión de su poder militar, especialmente naval; las ayudas al desarrollo para ir construyendo una red de influencia, mediante la aplicación del poder blando, que definiría Joseph Nye; su crecimiento económico, aunque actualmente más contenido por el coronavirus; y su desarrollo tecnológico, especialmente en el campo de las telecomunicaciones. Es innegable la creciente expansión de China en África y en buena parte de Latinoamérica, por lo que es de prever que en los próximos años tenga una influencia creciente en los mercados, de una manera muy particular en algunas áreas del planeta
Finalmente, la Unión Europea se encuentra sumida en una crisis de identidad, agravada con la salida del Reino Unido. Se puede simplificar diciendo que actualmente está inmersa en una pugna entre el norte y el sur, entre el este y el oeste o entre el nacionalismo y la integración. Antes de la llegada del Coronavirus Europa estaba ya tratando de adaptarse, sin mucho éxito, por cierto, a esta nueva situación, perdiendo cada vez más protagonismo y liderazgo en la escena internacional.
2. Cambios sustanciales en la agenda económica mundial
Son diferentes los aspectos a analizar en este campo; de momento, el impacto en el crecimiento económico a nivel global, que se estima tendrá, según previsiones del FMI, una caída global del 3%, asumiendo que, si la crisis se supera en la segunda mitad del 2020, en el 2021 la economía crecerá en torno a un 5,8%. Otro indicador es el referente al desempleo, el cual podría experimentar una pérdida de cerca de 25 millones de empleos. En el campo económico, otro aspecto a tener en cuenta es el cambio de las tendencias en la deslocalización de la producción, avanzando hacia un mayor proteccionismo de los productos nacionales.
3. Globalización digital
Es un proceso que podríamos considerar imparable, lo que va a facilitar un profundo cambio en las estructuras de las empresas, avanzando hacia el teletrabajo y disminuyendo sensiblemente los desplazamientos físicos de su personal. Todo ello concede una mayor importancia a las políticas colaborativas.
Centrándonos en el nivel nacional, nos encontramos en un gran problema en el sistema sanitario como consecuencia del COVID-19 y con profundas consecuencias personales y sociales. Además, estamos ante una gran recesión económica que va a dejar notables secuelas, más agravadas en las clases media y baja de nuestra sociedad.
En particular, se estima que la economía española, una de las más afectadas de los países desarrollados, caerá entre el 9,5% y el 12,4%, y según estimaciones del Banco de España del 8 de junio la caída podría llegar hasta el 15,1%,
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afectando a sectores tan importantes como el turismo y los servicios, fundamentales para España, lo que dificultará aún más si cabe la salida de la crisis.
Sin embargo, como en toda crisis, se abren nuevas oportunidades de negocio, como ya se está poniendo de manifiesto en el ámbito sanitario, farmacéutico, biotecnología, telecomunicaciones, inteligencia artificial o el de la ciberseguridad. Esta crisis está impulsando, por otra parte, el teletrabajo y todo tipo de actividades on line.
Frente a la debilidad de las políticas de la UE, las empresas chinas y anglosajonas son las más beneficiadas, al aprovechar la mayor debilidad de los países europeos, en parte por los elevados índices de deuda pública que tienen la mayoría de sus miembros, siendo España el que posee uno de los más altos, lastrando así su capacidad financiera. Según Hernández de Cos, Gobernador del Banco de España, en el escenario de caída del PIB más moderado, la ratio de deuda pública sobre el PIB se elevaría hasta alrededor del 115 %, y en el escenario más adverso se situaría incluso por encima del 120 % del PIB (unos 25 puntos porcentuales más que a finales de 2019).
En este delicado escenario económico, al igual que sucedió en la crisis del 2008, se demuestra la mayor capacidad del sector privado para adoptar medidas eficaces y eficientes, pero, sobre todo, su mayor disposición para adaptarse al cambio, mediante adecuados planes estratégicos que reorienten su actividad con el objetivo de obtener una ventaja competitiva.
Por ello, y ahora más que nunca, las empresas requieren contar con una superioridad de la información, que lograrán con la adecuada utilización de la Inteligencia. Para enfrentar exitosamente este escenario se precisa desarrollar un modelo de inteligencia colaborativa adaptado a las necesidades de las empresas, que le aporta su capacidad de análisis, no solo en el ámbito de la seguridad, sino en el importante campo competitivo, siendo la mejor herramienta para liderar el cambio.
Las empresas españolas, ante la debilidad y volatilidad del mercado nacional, se verán obligadas a internacionalizar su actividad, como ya hicieran, por otra parte, en la crisis económica del 2008. Esta internacionalización requiere hacer un esfuerzo por parte de las empresas en el ámbito de la inteligencia, esfuerzo que va más allá de la propia seguridad, para entrar en el ámbito competitivo analizando mercados, clientes, competidores, etc., que permitan una más sustentada toma de decisiones.
– CONTAR CON UNA INTELIGENCIA OPORTUNA Y PRECISA PARA LA INTERNACIONALIZACIÓN DE EMPRESAS –
Como ya se ha indicado anteriormente, los escenarios con mayor nivel de incertidumbre, y este sin duda la tiene en grado muy elevado, precisan de una mayor superioridad informativa y ésta solamente la alcanzarán mediante la Inteligencia.
Las empresas, especialmente aquellas que están abriendo un proceso de internacionalización, o se encuentran ya internacionalizadas, precisan un conocimiento lo más detallado posible del entorno en el que desarrollan su negocio. Se habla de la necesidad de tener una superioridad informativa, pero este término, sin más, no refleja la amplitud del concepto de inteligencia.
Hoy en día, gracias al impresionante desarrollo tecnológico disponemos de un gran volumen de información que sin embargo por sí mismo no representa ningún valor añadido. La superioridad informativa la debemos entender como la disponibilidad en tiempo oportuno y de forma precisa de la información debidamente tratada y analizada, es decir de la inteligencia. Solamente de esta manera se alcanzará la verdadera ventaja competitiva.
La inteligencia de la que hablamos tiene dos grandes componentes, el estratégico, orientado a la toma de decisiones y la inteligencia operacional y táctica, orientada a preservar el día a día de la operación, la continuidad de negocio, todo ello en el marco tanto de la inteligencia competitiva, como de la inteligencia para la seguridad.
- • Inteligencia competitiva, se trata de la captura de información tanto interna como externa a la organización y, en segundo lugar, del análisis, interpretación y valoración de esta información. Entendido así es un producto y un proceso, orientado al diseño estratégico de la empresa y a la toma de decisiones.
- Inteligencia para la seguridad, con ella garantizamos el normal funcionamiento de la organización, la protección de las personas y sus activos y su reputación, así como la continuidad de negocio y la resiliencia. Para ello es fundamental hacer una oportuna y precisa valoración de riesgos
Cuando hablamos de seguridad se debe tomar en consideración una idea clave cual es que su finalidad última es la supervivencia de la organización y por tanto es un elemento fundamental de la cadena de valor de cualquier empresa, con independencia de su tamaño, siendo precisamente la Inteligencia una herramienta fundamental para garantizar la seguridad.
Es importante también precisar que, al tratar de ella, lo hacemos en un concepto mucho más amplio que el tradicional, nos referimos a una seguridad ampliada o lo que llamamos una seguridad de 360o. Al abordarla desde esta perspectiva observamos su carácter multidimensional que incluye los aspectos humanos, medioambientales, nacionales, económicos, sociales, etc. También entendemos en esta visión amplia de la seguridad que ésta debe ser enfocada de una manera integral, lo que quiere decir que compete a toda la organización, con independencia de que la responsabilidad de su dirección se encuentre al más alto nivel directivo. Es pues una función transversal y que en consecuencia afecta a todos los departamentos de la organización y debe ser dirigida al más alto nivel. Por último, hablamos de que la seguridad tiene una clara dimensión global al estar afectada por riesgos y amenazas que tienen su origen fuera de los ámbitos fronterizos de cualquier país, como así quedo patente en la crisis económica del 2008 y más evidente, aún si cabe, en la reciente crisis de la COVID-19.
El objetivo de este artículo es precisamente concienciar al sector empresarial, en particular a los elementos directivos del mismo, de la importancia que tiene incorporar la inteligencia en las organizaciones. Su integración a los procesos internos de las empresas no significa que éstas se vean obligadas a organizar su propio departamento de inteligencia, esto es algo que solamente las empresas de mayor dimensión organizativa se pueden permitir, por el gran coste económico que supone. Por otra parte, existe una tendencia cada vez más generalizada en el mundo empresarial, incluso en muchas instituciones, cual es concentrar el esfuerzo económico y organizacional en el “core” de dicha organización, recurriendo a fórmulas de outsourcing para diseñar y desarrollar los procesos que no tienen una relación directa con la actividad de la empresa, siendo la inteligencia uno de ellos, por su carácter altamente especializado.
Lo que no quiere decir que la Inteligencia no sea una actividad fundamental, sino que para muchas empresas es un servicio que se contrata como parte integral de su actividad empresarial. En este sentido hay que tener también en cuenta, el amplio campo que, como ya apuntaba más arriba, abarca la función de inteligencia, lo que exigiría tener una infraestructura sobredimensionada, que redundaría en unos costos inasumibles.
Por este motivo, y facilitado por el amplio desarrollo tecnológico, la mayoría de las compañías que ofrecen este tipo de servicios, lo hacen en el ámbito de lo que se conoce como Inteligencia Colaborativa, concepto que de una manera muy simplista podríamos definir como la posibilidad de elegir la mejor opción para alcanzar una determinada meta trabajando en conjunto. Ésta se basa en el establecimiento de una red de contactos y un conocimiento compartido en diferentes actividades, apoyado por la implantación de herramientas inteligentes (2.0) y basado en la cooperación y en la confianza mutua.
Pretendemos con ello aprender cómo acceder a la totalidad de la única inteligencia que se encuentra con nosotros y entre nosotros. Para ser competitivo en una economía global debemos aprender a pensar y actuar de manera innovativa y colaborativa. El principio clave de una inteligencia colaborativa: Cuanto más compartamos más tendremos.
Two Worlds Collaborative Intelligence es una empresa que fusiona los dos mundos, el de la Inteligencia y el de la Seguridad, los universos digital y físico, de los hechos y las ideas, poniendo en común el conocimiento de diferentes personas y departamentos para, mediante esta inteligencia colaborativa, alcanzar el objetivo como consultora de seguridad internacional: la seguridad de las personas y la continuidad empresarial.
Los servicios que ofrecemos se podrían agrupar en cuatro grandes bloques: seguridad, inteligencia, investigación corporativa y formación, desarrollando en cada uno de ellos diferentes productos como el análisis de riesgos, auditorías y gestión de crisis, due intelligence reputacional, o el apoyo a las PYMES en la formación de su personal, por citar solamente algunos de nuestro porfolio.
– VIAJE SEGURO EN LA INTERNACIONALIZACIÓN DE LAS EMPRESAS –
Para terminar, y como ejemplo de un caso de éxito, se expone el modelo de “viaje seguro” como solución de seguridad al proceso de internacionalización de una PYME.
Con él se ofrece a los clientes potenciales la posibilidad de preparar a su personal para llevar a cabo sus desplazamientos de manera segura, reduciendo su nivel de vulnerabilidad. En este producto se incluyen cuatro aspectos principales: informe de situación, atención médica a desplazados, apoyo de seguridad y formación.
- Informe de situación. Con la antelación necesaria se entrega un informe país en el que además de la situación socio política y de seguridad del lugar de destino, se incluye una serie de recomendaciones al viajero y los indicadores pertinentes. Es un informe personalizado y ejecutivo en el que se incluyen también contactos y localizaciones de puntos de interés y servicios.
- Atención médica a desplazados. A través de una compañía especializada a nivel global, se oferta este servicio que cuenta con una cobertura global.
- Apoyo de seguridad. Mediante una herramienta de geolocalización y respuesta 24/7 nos permite tener localizado al viajero y mantenerlo alertado de los peligros potenciales u otras incidencias que pudieran afectar a su seguridad, así como los contactos necesarios con las autoridades locales. Asimismo, y en el caso de un grave deterioro de la situación de seguridad, se dispone de herramientas para la evacuación a un punto seguro y posterior repatriación del personal.
- Formación. Se aportan para cada caso los correspondientes planes de formación individualizada para viajeros frecuentes y expatriados, en base a su perfil y nivel de riesgo y siempre alineados con los criterios organizativos de la empresa
TWCI, es una empresa con clara vocación innovadora y fundamentada en los valores de la confianza, basada en la cercanía al cliente y en compartir sus objetivos; la ética, ofreciendo calidad en su servicio fundamentado en las buenas prácticas; y el conocimiento especializado, el cual alcanzamos por la experiencia personal y profesional de sus socios y analistas, así como por la continua búsqueda de la excelencia.
Como parte de las buenas prácticas y conscientes de la imposibilidad de abarcar con el necesario conocimiento los diferentes servicios y productos que se ofrecen como soluciones para la internacionalización de empresas, principalmente las PYMES se considera necesario, en el marco de la inteligencia colaborativa, alcanzar una serie de acuerdos de asociación y apoyo mutuo con compañías punteras en cada uno de los sectores. De esta forma las soluciones ofertadas pueden estar a medida de las necesidades de cada uno de los potenciales clientes. TWCI, animado por esta realidad ha alcanzado una serie de asociaciones estratégicas con empresas de primer nivel del sector y cuyos productos y servicios ofrece a sus clientes en el marco de las soluciones integrales de inteligencia y seguridad que conforman nuestro porfolio.